Factores a tener en cuenta
os
sentidos desempeñan una función de primer orden en la cocina.
Como es
bien
sabido, son el vehiculo mediante el cual las sensaciones llegan a
nuestro cerebro,
que
procesa los estímulos en relación con la información acumulada
(tolerancia a los
ingredientes,
costumbre, substrato cultural, etc.). El gusto, el tacto y la vista
son los más
importantes
en la cocina de postres.
El
olfato, que en la cocina caliente ejerce un papel importante, se ha
cuidado muy
poco
en la cocina de postres. Incluso el oído podría incluirse en los
sentidos que
proporcionan
estímulos al cerebro mientras se come, aunque su empleo se limite al
crujir
de algunas preparaciones (caramelos, crocants) cuando se muerden.
Pero un
sentido
no físico debe regir también las decisiones del cocinero, el
sentido común, para
el
cual es imprescindible ejercer el criterio adquirido en el otro lado
de la relación, es
decir
como comensal.
Un
cocinero de postres debe saber comer para decidir que armonías y qué
combinaciones,
visuales, táctiles y gustativas, serán las más acertadas,
confiando en
todo
momento en su sensibilidad.
Gusto
Trabaja
frente a un postre con unos parámetros distintos a los de la cocina
salada,
principalmente a causa de una diferente disposición del comensal
ante estos
platos;
dicho de otro modo, se tiene que “cambiar el chip”.
Efectivamente, el hecho de
prescindir
casi siempre del sabor salado obliga al cocinero a armonizar un
postre a base
de
matices tales como el ácido, el amargo y el agrio. Como por ejemplo
los cítricos,
otras
frutas ácidas, el café y los lácteos. Se debe buscar el equilibrio
de sabores, y
compensar
un posible exceso de azúcar.
Salado (la mayoría al final de la lengua)Dulce (la mayoría en la punta de la lengua)Salado (la mayoría en los laterales delanteros de la lengua)Ácido (la mayoría en los laterales traseros de la lengua)
Y
decimos “la mayoría” porque no hay límites claros aquí, y
todos los sabores pueden encontrarse en cierto grado en cualquier
parte de la lengua, e incluso en algunas partes del interior de tu
boca y labios.
Nota también que tu lengua es sensible al tacto (de ahí la idea de textura en la comida), y a la temperatura y, por supuesto, al dolor.
Quizá
la mayor parte de nuestro sentido del gusto sea, curiosamente, el
olfato …
Olfato
Con el olfato, parece que respondemos a la presencia de cierta combinación de siete moléculas básicas:
Con el olfato, parece que respondemos a la presencia de cierta combinación de siete moléculas básicas:
Floral
Mentolado
Almizclado
Acre (cómo especias)Alcanforado (como las bolas de naftalina)Etéreo (como los fluidos de limpieza en seco)Pútrido (como huevos podridos)
Mentolado
Almizclado
Acre (cómo especias)Alcanforado (como las bolas de naftalina)Etéreo (como los fluidos de limpieza en seco)Pútrido (como huevos podridos)
Tacto
La combinación de texturas es igual de importante que los sabores, y
La combinación de texturas es igual de importante que los sabores, y
siempre
es un elemento imprescindible a la hora de idear un plato. Por
ejemplo a partir
de
un ingrediente básico modificar su textura original en otras
texturas distintas
(manteniendo
siempre el sabor natural). El parámetro que completa el juego de
texturas
es
la combinación de temperaturas.
Vista
Ejerce
un papel de primera línea. Hay que intentar buscar el impacto visual
para
que proporcione una emoción estética al comensal, con el fin de
establecer, como
sierre,
una interrelación con él. Dado que la impresión visual es la
primera, se debe
captar
la atención del comensal a través de la vista, ofreciendo, a través
de la
disposición
de los elementos, de los colores e incluso de la cantidad de
ingredientes, una
información
que luego se completará y adquirirá mayor significación a través
de los
otros
sentidos. Si además el comensal sabe que plato recibirá per ignora
el aspecto que
éste
tendrá, el “juego” que se produce concurre en el goce lúdico se
debe pretender
despertar.
EQUILIBRIO
Y PROPORCIONES
Son
los términos que pueden resumir las cualidades que se esperan de un
plato. Estos términos están directamente relacionado con el
equilibrio, por ejemplo si uno de los elementos posee un sabor que
perdura
mucho
más en el paladar y suprime a otro elemento, habrá que buscar el
equilibro para
que
al menos se perciban los dos.
LA
LIGEREZA
No
la pueden proporcionar elaboraciones como los sabañones, las
espumas
o las gelatinas.
LOS
CONTRASTES
Entre
temperaturas distintas o temperaturas diferenciadas vienen dados por
la variedad de preparaciones que puede presentar un postre emplatado.
Las espumas, los caramelos, los crocants, los purés, los postres
fríos, los calientes o los Chad-froids, salados o dulces no solo
permiten diversificar enormemente la carta de
postres.
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